Escribir artículos en un blog puede convertirse a veces en una pesadilla. Quizás por la falta de creatividad para encontrar el mejor tema, o quizás por la imponencia de una hoja en blanco.
Para no perder el buen hábito de escribir artículos de blog, procuro seguir siempre un orden para abordar la redacción del nuevo post.
En este artículo, analizo brevemente cómo preparo la redacción de un artículo de blog.
1- Seleccionar el tema y palabras clave
Evidentemente, empiezo por el tema del artículo. ¿Qué puede ser de utilidad a aquellos lectores a los que quiero llegar?
No siempre es fácil, y tampoco es imprescindible, pero encontrar un buen tema es quizás la mitad del trabajo hecho. Puedes perfectamente redactar un artículo magnífico a partir de un tema pobre, pero las probabilidades de hacerlo con uno bueno suelen aumentar.
En mi caso, tengo una lista de temas con los que deseo algún día escribir un artículo (alucinante). Si puedo, intento seleccionar uno de los temas de la lista, no sin antes dedicar algún tiempo a pensar y anotar algunos más.
2- Definir conceptos clave
Antes que nada, procuro resumir en muy pocas palabras el concepto, o conceptos clave que definan todo el artículo. A partir de este paso, es más fácil detectar si el artículo es realmente útil/interesante, y, por lo tanto, si debo invertir tiempo en redactarlo.
Anoto el concepto clave al principio del documento que estoy usando para redactar el borrador del artículo, revisándolo a medida que trabajo en el resto del contenido.
El concepto clave de un artículo, que normalmente aparece en el título del mismo, tendría que ser el hilo conductor a lo largo de todo el contenido. Sin un concepto clave bien definido, a parte del propio texto, idear los títulos y subtítulos, y seleccionar imágenes será un proceso irracional.
3- Estructurar el artículo en secciones
Para mi es imprescindible desgranar el concepto clave en algunas secciones, con el fin de organizar todo aquello que quiero escribir. Aunque casi siempre aprovecho estas secciones para crear los subtítulos del artículo, en este paso aún no pienso en la estructura final de la pieza.
Por el momento, sólo quiero dividir en partes el alcance previsto para el artículo.
Habitualmente escribo frases simples para separar las secciones. Frases para que yo mismo entienda el contenido que espero preparar en cada sección. Es decir, hasta ahora estoy escribiendo en «modo borrador».
4- Describir las secciones en lenguaje plano
A partir de las frases descriptivas con las que estructuro en secciones el artículo, es el momento de que escriba algunas líneas acerca de los detalles de cada sección.
Si bien utilizaba frases para definir las secciones, a la hora de describirlas, sigo utilizando un lenguaje natural, «con mis propias palabras», con el objetivo de establecer las ideas de cada sección.
Las ideas descritas suelen, después, convertirse en párrafos, por lo que me resulta muy útil este ejercicio de preparación.
5- Redacción enfocada al lector
Con un borrador bien estructurado, junto al concepto clave, determino la voz y el estilo con el que voy a redactar el artículo. Para hacerlo, considero siempre a quién quiero dirigirme y la percepción externa de la marca (y yo mismo) que espero recibir.
A partir de aquí, leo de nuevo el borrador descriptivo y empiezo redactando todas las ideas que he preparado en el paso anterior. Intento separar las ideas en párrafos, con el fin de facilitar la lectura.
Luego, reviso la estructura dispuesta en el borrador y defino los subtítulos de las secciones que van a dividir el artículo.
Finalmente, escribo una introducción a partir de las ideas destacables. Aprovecho la redacción de la introducción para realizar una primera lectura y detectar los fallos ortográficos y gramaticales más garrafales.
6- Búsqueda de imágenes
Las imágenes, si representan bien las ideas del artículo, son claramente un multiplicador en relación a la comprensión del concepto clave.
Normalmente, debido a mi poco conocimiento en diseño gráfico, me decanto por seleccionar una imagen de algún banco de imágenes que me permita su uso según las características del blog.
Suelo realizar primero una búsqueda según el concepto clave y preseleccionar algunas imágenes. Luego, hago otras búsquedas con conceptos relacionados, con el objetivo de incluir guiños, humor o metáforas si es oportuno.
7- Análisis de palabras clave y legibilidad
Por último, realizo un análisis en función de las palabras clave predefinidas. Obviamente, deseo que el artículo aparezca en los buscadores, y por eso me preocupo de que la redacción sea óptima según las palabras clave que he determinado anteriormente.
Además, leo de nuevo el artículo para asegurarme de su correcta comprensión. Si puedo, pido a colaboradores que lean el borrador para detectar otros errores, normalmente de comprensión.
Es el momento de publicar y compartir. Y por supuesto, ¡a seguir pensando en el próximo!